Los vinos en lata parece ser una propuesta nueva, pero la verdad es que han existido durante mucho tiempo. Ha sido en los últimos tres años que ha tenido un verdadero auge, aunque mucha gente asegura que se trata de una moda pasajera. ¿Será esta una visión acertada?
Ante la necesidad de promover la sostenibilidad, el vino enlatado ofrece varias ventajas. Si bien el vidrio parece ser la opción más sostenible desde el punto de vista medioambiental, este material impacta en un 30% de los insumos de toda la producción, desde el viñedo hasta el consumo, mientras que el aluminio se puede reciclar indefinidamente con muy bajas emisiones de CO2.
Ciertamente, hay otros aspectos a tener en cuenta, que consideran los nuevos consumidores/as y los hábitos de consumo que han cambiado por la pandemia.
Los países más receptivos con la idea de avanzar hacia los vinos en lata son Estados Unidos y Australia, pero se ha registrado que el volumen de ventas mundiales de vino enlatado superará los 155 mil millones de dólares en todo el mundo. Los millennials estadounidenses parecen estar enfocados en romper con los cánones del pasado y ver los beneficios que ofrece este producto en términos de portabilidad, cantidad para consumir y también asequibilidad.
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Los Vinos en lata: ¿Qué tan bueno es?
Básicamente, un vino que ya es bueno no perderá su calidad aun si acaba en una lata, porque este material no actúa sobre el producto en sí. Al contrario, la lata es un excelente conductor de temperatura, salvaguarda aromas y sabores y, además, garantiza una buena protección de la luz solar y de la luz en general.
Los vinos en lata por tanto tienen algo en común con los se vierten en botellas: Si el vino que entró en el envase es malo, no esperes a que salga nada mejor. No existe una diferencia significativa en la evaluación del consumidor/a. Se ha comprobado que las latas no alteran los vinos para quienes las beben.
Por último y no menos importante, según algunos estudios, el recubrimiento interno de las latas aporta una duración del vino entre 6-12 meses.
El vino en España
En España la concepción misma del vino en el imaginario colectivo es profundamente diferente al de otros países (además de Italia y Francia, por supuesto). Esta bebida es tradición, cultura y pasión, elementos que apenas dejan lugar a cambios sustanciales.
La forma misma de beber tiene diferencias concretas respecto a países de América. España es un país en el que se bebe mucho vino, y de hecho se consume, prestando atención a la territorialidad de la uva, el caudal o la ocasión de uso. Los estadounidenses, por otro lado, no suelen prestar la misma atención a toda la esfera experiencial vinculada al uso del vino. Especialmente los Millennials.
Sin embargo, en España con la proliferación de los servicios de Delivery inherentes al sector de la restauración (motivado por la pandemia), los vinos en lata está siendo cada vez más aceptada por los negocios (incluso por una parte de la población). Sobre todo cuando se piensa en llevar un vino en botella ya que representa una forma más segura de trasladar el producto.
El futuro del vino enlatado
Se cree que la venta de los vinos en lata es de especial interés para los consumidores más jóvenes, los mismos que, según varios estudios, no están muy interesados en este tipo de bebida.
A esto se suma la practicidad de los envases enlatados teniendo en cuenta el crecimiento de la entrega de alimentos por Delivery. La posibilidad de una sola ración y de incluir el vino en la bolsa con el pedido parece un compromiso excelente.
También pareciese que muchos países están promoviendo esta táctica para reducir el problema del alcoholismo, especialmente para las generaciones más jóvenes. Sin embargo, también existe el riesgo de que suceda lo contrario: una lata de vino de 375 ml corresponde a dos vasos, pero el caso es que es fácil beber incluso dos latas, teniendo la sensación de que no se está consumiendo una botella entera de todos modos.
En resumen, hay pros y contras, pero ¿se puede comparar la practicidad de tirar de una pestaña con descorchar una botella de vidrio?
Conclusiones
Los vinos en lata no revolucionarán el mundo, pero parecen tener el potencial de evolucionarlo, o de empujarlo a evolucionar de formas que son importantes para los consumidores actuales. Y por ello merece un par de aplausos. ¿Por qué no tres? En Cosme Vins quizás seamos estrictos con nuestras valoraciones, sin embargo, es muy pronto para predecir el futuro del vino enlatado, ya que hay mucho margen de mejora en varios aspectos.
Pero no podemos negar que este tipo de vino tiene potencial para crecer (y satisfacer a un público más amplio). A pesar que la relación entre los españoles y el vino se basa principalmente en la satisfacción de los sentidos, Es decir, en una serie de momentos precisos que complacen no solo al paladar, sino también la vista, el olfato y el tacto.
Tal vez la botella de vidrio, con su sensualidad, los gestos que se suscitan mientras se extrae el corcho con un tire-bouchon, el sonido generado al momento de descorchar y la imagen del vino vertiéndose en una copa, nunca se compare con levantar una lengüeta de aluminio, sin embargo, los vinos en lata están encaminados a ser más que una moda pasajera.